Actualmente, la contaminación es un grave problema de salud pública que provoca unos 7 millones de muertes prematuras al año y la causa de múltiples enfermedades a largo plazo.
Una de las propuestas de la UE es reducir progresivamente las emisiones de CO2 y otros gases contaminantes hasta llegar a la descarbonización total para 2050. En este escenario, las energías renovables, y especialmente la energía solar, como la instalación de paneles e iluminación solar, juegan un papel muy importante.
Una instalación solar de 100Kw puede evitar la emisión de más de 2000 toneladas de CO2 en sus 25 años de vida útil.
Los resultados son alentadores. En los últimos años, se ha registrado una reducción del 3,3% de las emisiones de gases efecto invernadero, una reducción que coincide con un incremento del 42% durante el periodo de 2005 a 2016 en el consumo de energías renovables.
En este incremento, la energía solar fotovoltaica se sitúa en cabeza, siendo la opción preferida por aquellos ciudadanos que han hecho la transición a las energías renovables. Le sigue la energía eólica y por último la biomasa, cuya fuente son materias orgánicas de diverso origen.
¿CÓMO MEJORA LA ENERGÍA FOTOVOLTAICA LA CALIDAD DEL AIRE QUE RESPIRAMOS?
La energía solar es una fuente de energía renovable en su máximo esplendor.
Al utilizar una fuente de energía inagotable como es el sol, los equipos fotovoltaicos evitan la utilización de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo o el gas, culpables de la mayoría de emisiones de gases nocivos perjudiciales para la atmósfera. Dicho de otro modo, la energía solar no mejora directamente la calidad del aire, sino que evita que se utilicen otro tipo de fuentes que sí lo hacen.
Podemos evitar la utilización de materiales contaminantes cambiándolos por paneles solares que nos proporcionarán la energía que necesitemos a un coste menor, a largo plazo, y mejorando no solo la calidad del aire, sino también la de nuestra calidad de vida.
Al igual con los sistemas de alumbrado público e iluminación en proyectos e industrias. La iluminación solar es independiente a las instalaciones eléctricas por lo que es de muy fácil instalación, ahorrará energía a largo plazo y reducirá considerablemente la contaminación.
-Limitaciones actuales en la energía solar
A pesar de todos los avances que se han conseguido en los últimos años en materia de renovables, la realidad es que aún sigue habiendo un número de limitaciones tecnológicas, en especial con respecto a los métodos existentes de almacenamiento de la energía.
Es imposible disponer de luz solar las 24 horas del día, ni tampoco los 365 días del año, por lo que se hace necesario recurrir a un sistema de baterías que acumule dicha energía para los momentos en que las placas solares no produzcan energía. El problema es que estas baterías aún no están adaptadas para el almacenamiento de grandes cantidades de energías, por lo que en algunos casos resultan insuficientes para cubrir la totalidad de necesidades eléctricas.
La cruda realidad es que, de no conseguir frenar significativamente la contaminación, el cambio climático y el agujero de la capa de ozono, las consecuencias, según expertos, son la posible inhabitabilidad de la Tierra para alrededor de 2050. Un aciago futuro que podríamos evitar introduciendo las energías renovables en nuestras vidas. El medio ambiente lo agradecerá y nuestro bolsillo a largo plazo también.